Aluvión de turistas foráneos
Hay que tirar de cifras sin importar la calidad. No importa que el empleo sea de ínfima calidad, sobre todo en hostelería como ha denunciado CC.OO. y que haya crecido menos que el aluvión turístico. Lo que importa son las cifras para utilizarlas como arma arrojadiza contra la oposición y esgrimirlas ante las próximas elecciones.
No importa que los turistas gasten cada vez menos de media por persona si podemos utilizar la cifra a pelo, es decir, afirmando que gastan más porque como vienen más sube el monto total de gasto. Es un argumento para tontos pero da votos.
La rambla turística crece como la espuma de un cava barato. Ya han pasado por aquí 29,2 millones, un 4,2% más que el año pasado. Sobre todo alemanes, ingleses y franceses y ¡albricias! muchos chinos, que todos creen que va a ser el maná del futuro, sin mirar al costado, es decir que ha reventado la burbuja bursátil del país asiático. Y de los rusos ya no nos acordamos de cómo era el color -negro- de sus rublos.
Mientras, Isabel Borrego, la inoperante Secretaria de Estado de Turismo tira todas las piedras que puede contra el Govern Balear y les acusa de no querer turistas. Tanto es así que el siempre pacífico Biel Barceló, le ha pedido una reunión para limar asperezas.
Todo por Mariano que se puede quedar sin parroquia en noviembre, aunque de paso se machaque un tanto esa entelequia absurda que se llama Marca España, que anda de capa caída ahora que Casillas se ha ido a Oporto a cobrar los 17 millones de nada que le debían por ser un prócer patrio y que la señorita Carbonero nos haya hecho renunciar al único momento gracioso de Tele5 . Lástima que Borrego no siga los pasos de la mediática pareja.